El cambio climático constituye uno de los principales factores de riesgo para la sostenibilidad y competitividad del sector agroalimentario. El incremento de las temperaturas, la disminución de la disponibilidad hídrica y la mayor frecuencia de episodios de sequía están afectando de manera directa a la producción agrícola y ganadera, reduciendo el volumen y la calidad de las materias primas disponibles.
A ello se suma el aumento sostenido del coste energético, que impacta en toda la cadena de valor, desde la producción primaria hasta las operaciones de transformación, conservación y distribución.
En este escenario, las empresas alimentarias se ven obligadas a implementar estrategias de adaptación y mitigación que garanticen la continuidad de su actividad, la eficiencia de los procesos y el cumplimiento de los compromisos medioambientales y regulatorios.
- Innovaciones tecnológicas para la eficiencia hídrica y energética
La innovación tecnológica se presenta como la herramienta más eficaz para abordar los retos derivados del cambio climático. En particular, las plantas de transformación y conservación están adoptando soluciones que permiten optimizar el uso de recursos y reducir su huella ambiental sin comprometer la calidad ni la seguridad alimentaria.
2.1. Eficiencia hídrica y gestión avanzada del recurso
El agua es un recurso crítico en la industria alimentaria, tanto como ingrediente como en operaciones de limpieza, enfriamiento o transporte. Las estrategias actuales se centran en:
Implantación de sistemas de recirculación y reutilización del agua de proceso, con tecnologías de filtración, ultrafiltración y ósmosis inversa que permiten su recuperación para usos secundarios.
Monitorización en tiempo real de consumos mediante sensores inteligentes (IoT) y plataformas SCADA, facilitando la detección temprana de fugas y la optimización de parámetros operativos.
Tratamiento avanzado de efluentes mediante procesos físico-químicos y biológicos combinados, orientados a la reutilización interna o vertido conforme a los límites regulatorios más exigentes.
Estas medidas permiten alcanzar reducciones de consumo hídrico superiores al 30%, además de mejorar la trazabilidad del recurso y facilitar el cumplimiento de normativas ambientales.
2.2. Eficiencia energética y descarbonización
La energía constituye el segundo eje estratégico de actuación. Las tendencias más destacadas en el ámbito industrial incluyen:
Sistemas de gestión energética (SGE) basados en la norma ISO 50001, que permiten establecer indicadores de rendimiento energético (EnPIs) y planes de mejora continua.
Recuperación de calor residual en procesos térmicos mediante intercambiadores, bombas de calor o sistemas de cogeneración de alta eficiencia.
Integración de energías renovables como la solar fotovoltaica, la biomasa o el biogás generado a partir de subproductos agroalimentarios, con el doble beneficio de reducir costes y emisiones.
Optimización de equipos de frío industrial, adoptando tecnologías de compresión variable, fluidos refrigerantes de bajo PCA y sistemas de control inteligente para reducir el consumo eléctrico en cámaras y túneles de congelación.
2.3. Digitalización y control avanzado de procesos
La digitalización es un habilitador transversal en la transición hacia modelos productivos sostenibles. La incorporación de herramientas de analítica de datos, inteligencia artificial y gemelos digitales permite:
Analizar patrones de consumo de agua y energía en tiempo real.
Identificar ineficiencias y prever desviaciones operativas.
Implementar estrategias predictivas de mantenimiento y control de procesos.
Estas soluciones proporcionan una visión global de la planta, favoreciendo la toma de decisiones basada en datos y el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad corporativa.
- El papel del CTNC en la transición hacia la sostenibilidad
El Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y la Alimentación (CTNC) desempeña un papel clave en la transferencia de conocimiento y desarrollo de soluciones tecnológicas aplicadas a la sostenibilidad industrial.
A través de proyectos de I+D y servicios tecnológicos especializados, el CTNC impulsa la adopción de sistemas innovadores para la eficiencia hídrica y energética, la valorización de subproductos y la economía circular.
Entre las líneas de trabajo actuales destacan:
Modelos de evaluación y mejora de la eficiencia integral de planta.
Nuevos métodos de conservación y transformación con menor impacto ambiental.
El cambio climático y la sequía exigen un replanteamiento profundo de los modelos productivos en la industria alimentaria. Las empresas que integren tecnologías de eficiencia, digitalización y energías renovables estarán mejor posicionadas para afrontar la volatilidad de los recursos y los costes operativos, al tiempo que refuerzan su competitividad y compromiso ambiental.
El CTNC continuará acompañando al sector en este proceso de transformación, ofreciendo soluciones tecnológicas y conocimiento especializado que contribuyan a consolidar una industria alimentaria más sostenible, resiliente y alineada con los objetivos climáticos europeos.